1 de octubre de 2018

En búsqueda de los Rolack

Me encontré con este apellido bien temprano en mi vida, al preguntarle a mi papá por el nombre completo de mi abuelo allá por mediados de los años 70. Me indicó que se llamaba Gustavo Adolfo Neumann Rolack e inmediatamente lo incorporé a mi acervo cultural familiar. Luego, cuando aprendí a leer, lo vi en la lápida en donde descansan los restos de mis bisabuelos en el Cementerio General de Los Ángeles.

No mucho más tarde lo volví a encontrar en el nombre de Juana Rolack, la segunda esposa de mi abuelo, quien estuvo presente en varios momentos de mi niñez, y con el nombre de los únicos hermanos de mi abuelo que alcancé a conocer, los tíos Frida, Otto y Oscar Neumann Rolack.

De alguna manera que no recuerdo, se me enseño que la Tante Juana y mi abuelo estaban emparentados, pero nunca lo tuve muy claro. No se conversaba mucho del tema. Lo que sí entendí fue que existían más personas con ese apellido, pero que no conocía y aunque se les mencionó eventualmente en más de alguna conversación, nunca tuve el gusto de conocer a nadie que llevara ese nombre. El origen de esa rama de la familia estaba en un hermano de mi bisabuela Dorotea Rolack, llamado Cristóbal, quien había viajado desde Alemania junto a mi bisabuelo Luis Neumann Klaas cuando estuvo esos años por allá y en donde había conocido a la que sería su futura esposa.

Posteriormente, a fines de 1988 recibimos la visita del primo de mi papá, Alberto Neumann, quien estaba iniciando un proyecto de genealogía de la familia y nos entregó un borrador para que lo pudiéramos completar con información faltante. Recién ahí conocí los nombres de mis tatarabuelos Cristóbal Rolack y Sofía Wilke, padres de Cristóbal y Dorotea, pero no había ningún antecedente sobre su ciudad de origen, por lo que no les dediqué más tiempo en mis investigaciones genealógicas.

20 años más tarde, en la celebración de los 150 años de la colonización alemana de Humán, tuve la suerte y gusto de conocer a varios Rolack, donde destaco a Lorena Rolack por su generosidad en compartir conmigo varios datos de la familia. Y ahí surgió la primera controversia. Según lo que ella había averiguado, el apellido materno de su ancestro Cristóbal era Schulz y no Wilke. Entonces, surgieron varias dudas y conjeturas. ¿Cristóbal y Dorotea eran hermanos solamente de padre y no de madre? ¿Se equivocó el tío Alberto en su investigación? Eso habría sido raro, ya que él entrevistó directamente a los hermanos de mi abuelo. Ya era hora de poner al día la investigación genealógica sobre la familia Rolack en Chile.

Al ya no estar vivos los hermanos de mi abuelo, el primer entrevistado sería el hermano mayor de mi papá, el tío Gustavo Neumann Kröll, quien me confirmó el apellido materno de Dorotea y Cristóbal: WILKE. Además, me nombró a los hijos de Cristóbal. Sin embargo, cuando en 2012 pude tener acceso a los documentos en línea del Archivo Nacional, encontré la posesión efectiva de los bienes de Cristóbal Rolack “CHULK” y Federica “BACLER MITER”, fechada el 26 de julio de 1929. Evidentemente, algunos apellidos estaban mal escritos (Schulz, Bächler y Schmieder), pero el documento era categórico en indicar que el apellido materno de Cristóbal era SCHULZ y no WILKE. Lo bueno del documento fue que corroboró los nombres de los hijos de Cristóbal, que años antes me había indicado el tío Gustavo.

PERO, encontré el registro de matrimonio fechado en la circunscripción de Lumaco el 31 de diciembre de 1889, de Cristóbal 2° Rolack y Federica Bächler en donde se mencionan los nombres de los padres de ambos. En el caso de nuestro estudio, los padres del novio se llamaban Cristóbal Rolack y Sofía WILKE.
Esta información la corroboré más tarde cuando Mónica Neumann Muñoz me facilitó el carné de identidad de su abuela Dorotea Rolack, donde hace clara mención de los nombres de sus padres (Cristóbal Rolack y Sofía Wilke) y además, la ciudad de origen de la familia: SALCHAU.

Bueno, ¿al final era Schulz o Wilke?

La duda me fue aclarada cuando encontré el registro de defunción fechado en Los Ángeles el 8 de abril de 1896, en donde el molinero Cristóbal Rolack de 36 años de edad, inscribe el fallecimiento de su padre Cristóbal Rolack de 67 años de edad, viudo de Sofía WILKE y también declara que el fallecido era hijo de Cristóbal Rolack y de María SCHULZ. Es decir, Cristóbal Rolack Schulz era el padre y Cristóbal Rolack Wilke, su hijo.
Entonces, resuelto el misterio. En el documento de posesión efectiva confundieron los apellidos paternos de ambos Cristóbal, pero surgió otra interrogante: ¿En qué momento llegó a Chile el padre de Cristóbal y Dorotea Rolack?

Para despejar esa incógnita, debí recurrir a los listados de pasajeros de los barcos que zarparon de Hamburgo a Chile, con ciudadanos alemanes. Ahí encontré la lista de pasajeros del vapor Menes, que zarpó de Hamburgo el 11 de noviembre de 1882, en donde se anotan a Christoph Rolack, molinero de 27 años de edad, proveniente de Salchau, en Magdeburg, y a Dorothea Rolack, de 18 años de edad, de la misma ciudad, con destino a Chile.
Encontré otra lista de pasajeros, del Vapor Roma fechada el 30 de noviembre de 1887 en donde se indica como pasajeros a Johann Rolack, de 57 años de edad y a su esposa Sophie, de 67 años, provenientes de Salchau. Les acompañó su hijo Johann Rolack, molinero de 27 años de edad, todos con destino a Talcahuano. Se deduce que Cristóbal viajó de vuelta a Alemania a buscar a sus padres.
Resuelta otra interrogante al descubrir con ambas listas de pasajeros, la llegada a Chile de los padres de Cristóbal y Dorotea, y corroborar la ciudad de origen de los Rolack. Sin embargo había un detalle en la lista del vapor Roma: a los varones se les indica con el nombre de pila de JOHANN, por lo que asumí que ambos se llamaban Johann Christoph (Juan Cristóbal).

Al tener certeza que mi tatarabuela Sofía Wilke había viajado a Chile, comencé la búsqueda de su registro de defunción, puesto que en el de su marido éste era sindicado como viudo. Efectivamente, lo encontré fechado en Los Ángeles el 14 de febrero de 1888, pero no aparecían los nombres de sus padres, ya que quien inscribió la defunción fue su yerno Luis Neumann Klaas y lo más seguro era que no supiera.
Más allá de eso, no pude averiguar. Salchau desapareció del mapa cual pueblo fantasma, ya que en 1937 todos sus habitantes fueron reubicados en los pueblos aledaños y sus edificaciones incorporadas a las bases militares que estaban alrededor, las que fueron bombardeadas en la Segunda Guerra Mundial, perdiendo la pista de todo vestigio de la existencia del pueblo.
¿Qué pasó con los registros? No tuve cómo averiguarlo hasta  2017, cuando Mónica Neumann Muñoz me facilitó un certificado de nacimiento de su abuela Dorotea, emitido en la ciudad de LETZLINGEN. Ahí descubrí que todos los registros de Salchau estaban allá y fue precisamente hacia donde dirigí mi búsqueda, pero no pude tener acceso a ellos recién hasta hace un par de semanas.

Los registros de Letzlingen están en línea solamente entre 1808 y 1874, por lo que es bastante limitada la búsqueda. Sin embargo, de los Rolack pude encontrar lo siguiente:

1) Registro de confirmación de Johann Christoph Rolack el 29 de marzo de 1874.

2) Registro de nacimiento de Marie Karoline Dorothea Rolack el 8 de junio de 1864, tal cual lo indicaba el certificado que enviaron a Mónica de Alemania.
3) Registro de nacimiento de Johann Christoph Rolack, el 13 de diciembre de 1859.
4) Registro de nacimiento de una hermana mayor que Cristóbal y Dorotea, llamada Anna Marie Sophie Dorothea Rolack, nacida el 23 de marzo de 1857.

5) Registro de nacimiento de un hijo muerto el 25 de enero de 1852. No le alcanzaron a poner un nombre.

En todos esos documentos aparecen como padres Johann Christoph Rolack y Marie Sophie Wilke. Sin embargo, del apellido Rolack fue lo único que encontré en Salchau o en Letzlingen, y como no había nada más, busqué los registros del apellido Wilke en la misma ciudad. Ahí encontré un par de datos más que orientaron mi búsqueda:

1) Registro de matrimonio de Wilhlem Ferdinand Wilke, zapatero en Neuhaldensleben, el 15 de noviembre de 1861. Se indica como hijo de Sophie Wilke y padre desconocido, nacido el 20 de febrero de 1844. Es decir, Marie Sophie Wilke tuvo un hijo siendo soltera.

2) Registro de defunción de Marie Karoline Wilke, el 19 de marzo de 1858, nacida el 23 de abril de 1844, hija de Dorothea Elisabeth Wilke, quien había fallecido en Lüderitz. Lo curioso de este registro fue que en las observaciones se indica como padres tutores a Christoph Rolack y a Sophie Wilke y a cinco hermanos: Ferdinand, Friedrich, Dorothee, Gustav y Marie.
3) De esta última, Marie Wilke, encontré el registro de confirmación del año 1867, pero indicaba su domicilio en Kolbitz.

La primera interrogante que me entregaron estos datos fue: ¿Qué haría que un matrimonio establecido, tomara bajo su tutela a 6 niños de otra mujer? La única respuesta que se me ocurrió fue que debían ser hermanas, por lo que reenfoqué la búsqueda en Lüderitz, pueblo que ya me era conocido porque de ahí son originarios los Neumann de mi rama.

Efectivamente, encontré el registro de defunción de Dorothea Elisabeth Wilke el 5 de octubre de 1855, dejando 6 hijos huérfanos y sus padres eran Johann CHRISTIAN Wilke y Dorothea Elisabeth Neumann.
Con esos antecedentes, busqué todo lo que pude de los Wilke en Lüderitz y encontré los siguientes documentos:

1) Registro de nacimiento de los 11 hijos de la mencionada Dorothea Elisabeth Wilke entre 1835 y 1853, todos sin padre conocido. De ellos sobrevivieron los 6 huérfanos adoptados por el matrimonio Rolack Wilke.

2) Registro de defunción de Johann CHRISTIAN Wilke el 17 de marzo de 1811, padre de Dorothea Elisabeth Wilke y esposo de Dorothea Elisabeth Neumann.

3) Registro de matrimonio entre Johann Heinrich Wilke con Dorothea Elisabeth Neumann, indicada anteriormente, el 26 de noviembre de 1813. Menciona a sus padres de ambos: Johann Martin Wilke y Dorothee Elisabeth Zandern, y Jacob Neumann y Dorothea Elisabeth Raneberg. Esta última era la hermana de Johann Jacob Neumann Raneberg, quien viajó a Chile con su familia en 1859 y se estableció en Los Ángeles.
Por la cercanía familiar, asumí que Johann Christian y Johann Heinrich eran hermanos, pero a la fecha no puedo comprobarlo, ya que necesito acceso a documentos anteriores a 1808.

4) Registro de nacimiento de Marie Sophie Wilke el 15 de julio de 1819, y sus hermanos Johann Christian, Marie Elisabeth, Catherine Dorothee, Anna Elisabeth, Anne Dorothee y Johann Friedrich, entre 1813 y 1827.
5) Registro de defunción de Johann Heinrich Wilke el 6 de mayo de 1836.

6) Registro de nacimiento de Wilhelm Ferdinand Wilke, el 20 de febrero de 1844, hijo de Marie Sophie Wilke, hija de Johann HEINRICH Wilke y Dorothea Elisabeth Neumann.

Con estos antecedentes demostré que mis bisabuelos Luis Neumann Klaas y Dorotea Rolack Wilke eran primos en segundo grado.

Pero ¿qué pasó con los Rolack?

Busqué por todas partes. Neuhaldensleben, Kolbitz, mencionados como posibles domicilios en los registros de Salchau. Seguí en Gardelegen, Ottersburg, Altenplathow, Elversdorf, Samswegen, Weteritz, Garlipp, Groß Schwarzlosen, en cuanto pueblo podían haber registros en línea y… NADA!!!

Hasta que en el mapa vi un pueblo un poco más alejado y más grande llamado Tangerhütte en el cual no había buscado, y ¡ahí estaban! Claro que en ese tiempo el pueblo se llamaba Väthen. De estos registros pude obtener los siguientes documentos:

1) Un matrimonio anterior que tuvo Marie Sophie Wilke con Johann Friedrich Köppe, el 10 de octubre de 1847.

2) Nacimiento de un hijo de ambos el 22 de enero de 1848, llamado Christoph Friedrich.

3) Defunción de Johann Friedrich Köppe el 20 de abril de 1848.

4) Matrimonio de Johann Cristoph Rolack con Marie Sophie Wilke, el 30 de noviembre de 1851. Los padres del novio: Johann Christoph Rolack y Catharine Dorothee HEILAND.
¿No habíamos quedado en que era SCHULZ?

Revisé de nuevo todos los registros pensando que se trataba de un error, pero no. ¿Serían otras personas con los mismos nombres? Tal vez, pero muy improbable por lo poco común de los apellidos. Definitivamente el apellido materno de Cristóbal Rolack “el viejo” fallecido en Chile era Heiland.

En el registro de matrimonio de Christoph Rolack y Sophie Wilke se indicaba que la madre del novio (Catharine Dorothee Heiland) había fallecido.

Seguí revisando en Väthen y encontré lo siguiente:

1) Registro de nacimiento de Cristóbal Rolack “el viejo” el 25 de marzo de 1829. Totalmente coincidente con la edad declarada en Chile al fallecer.
2) Registro de nacimiento de sus hermanas Dorothea Elisabeth y Anne Dorothee entre 1825 y 1831. En todos los documentos, la madre era de apellido Heiland. Ni rastros de Schulz.

3) Matrimonio de Johann Cristoph Rolack con Catharine Dorothee Heiland el 5 de junio de 1825. Se mencionan los padres de ambos: Johann Friedrich Rolack y Anna Elisabeth Pennigsdorf, de Väthen, y Johann Nicolaus Heiland y Anna Catharina Elisabeth Weyrich, de Salchau.
4) La defunción de Johann Christoph Rolack el 8 de junio de 1834.

Adicionalmente pude encontrar:

5) La defunción de Johann Friedrich Rolack el 30 de julio de 1812. En ella se menciona a su padre, Andreas Rolack, de la localidad de Schernebeck, cerca de Väthen.
6) La defunción de Anna Elisabeth Pennigsdorf el 25 de noviembre de 1819.
Seguimos la pista de los Heiland en Salchau, pero hasta ahora solamente he dado con los hermanos de Catharine Dorothee entre 1802 y 1815; y dos hermanos de Nicolaus.

Pero la incógnita sigue. ¿De dónde sacaron en Chile que el apellido materno de Cristóbal Rolack (el viejo) era Schulz?

No podía encontrar la defunción de Catharina Dorothee Heiland, pero lo que estaba claro era que había ocurrido entre 1834, cuando falleció su marido Johann Christoph Rolack, y 1851 cuando se casó su hijo.

Considerando que al fallecer Johann Christoph Rolack en 1834, sus hijos tenían entre 5 y 8 años, por lo que era lógico según la época, que la viuda se volviera a casar. Pensé. ¿No se habrá casado con alguien de apellido Schulz? Y busqué los registros de matrimonio de todos los Schulz (o Schulze) entre 1834 y 1851…

… y lo encontré.

El 7 de marzo de 1835, Catharine Dorothee Heiland se casó con Johann Christian Schulze y tuvieron 3 hijos entre 1835 y 1841. Del último hijo debió quedar muy debilitada, ya que falleció el 1 de diciembre de 1841 en Väthen, con el nombre de Cahtarina Dorothee SCHULZE.
Cuando Cristóbal Rolack Wilke inscribe el deceso de su padre en Chile en 1896, le preguntaron el nombre de los padres del fallecido. Evidentemente, como su abuela falleció con el apellido Schulze (que indistintamente se escribe Schulz), declaró ese apellido en el registro, ya que hasta hoy la usanza alemana es que la esposa lleve el nombre del marido.

Queda entonces aclarado el misterio y de paso pude hacer un viaje virtual hacia Alemania y hacia el pasado en busca de mis ancestros Rolack.

Espero que la demás descendencia pueda disfrutar también de esta aventura, complementada con el ÁRBOL GENEALÓGICO DE LOS ROLACK y así recordar a nuestros ancestros quienes abandonaron su patria hace tanto tiempo, en busca de un futuro mejor para sus descendientes.

Arturo Neumann Bravo, en la Araucanía a 1 de octubre de 2018.